El Ayuntamiento de Palma ganó 50 millones de euros en plena crisis pero se niega a bajar impuestos

En plena crisis derivada de la pandemia de la covid, con miles de familias sin poder llegar a fin de mes por la inflación y no pocos viviendo de la beneficencia sin percibir prestaciones, el gobierno de coalición de socialistas, independentistas de Més y Podemos en el Ayuntamiento de Palma obtuvo un superávit de casi 50 millones de euros en las cuentas de 2021, pero ha rechazado por activa y pasiva bajar impuestos.  

Todo un indicativo de las prioridades del alcalde José Hila a la hora de gestionar el dinero del contribuyente, en la peor crisis económica que se recuerda, que ha dejado en la estacada y con deudas hasta el cuello a cientos de autónomos, pequeños empresarios y trabajadores. 

Pese a ello, en rueda de prensa, el dirigente socialista consideró que ese resultado económico es un indicativo de la «buena gestión» realizada por el gobierno municipal.  

 «El presupuesto se hace de forma prudente, con mucho criterio y con una gestión muy rigurosa del gasto, lo que lleva a que se gaste lo que se tiene que gastar», apuntó el alcalde de la quinta ciudad más sucia e insegura de España, según datos oficiales, y donde los ciudadanos padecen la presión fiscal más alta de España. 

El primer edil destacó, además, el logro de haber ingresado siete millones más de los previstos en materia de impuestos y el teniente de alcalde de Hacienda, Adrián García, consideró que estos datos «avalan y consolidan la buena gestión de estos años». 

«Es una muy buena noticia tener remanente», afirmó el responsable de la caja municipal. Los casi 48 millones no gastados el pasado año irán ahora destinados a lo que Hila calificó como «la Palma que funciona», es decir, donde hay más protestas y quejas vecinales: seguridad ciudadana, tres millones, 14 millones a repartir a partes iguales entre la Empresa Municipal de Transportes (EMT) y la de limpieza, Emaya, y cuatro a infraestructuras de parques y calles.

Otros cuatro millones serán para ayudas a la recuperación, un millón a aportaciones urgentes a familias vulnerables, otro más para la campaña de vales para el pequeño comercio, y 1,2 millones a promoción turística para la temporada baja, entre otros destinos. 

El gobierno municipal también se compromete a incorporar a las cuentas de este año 6,5 millones de euros para mejorar la red de casales de barrio y escoletas públicas, sobre todo para la compra de locales.

También se destinarán nueve millones de euros para sostenibilidad y transición energética, concretamente 1 millón para modernizar el sector del taxi, tres millones para nuevos buses de la EMT y cinco millones para proyectos de sostenibilidad de Emaya.

Además, 400.000 euros de este remanente serán para actividades culturales, 1,4 millones de euros para el área de Modelo de Ciudad y 100.000 euros al Fondo Mallorquín de Solidaridad para ayudar a Ucrania.